
En el año 1959, el
General Choi y diecinueve de sus mejores alumnos, cinturones negros recorrieron
el Lejano Oriente para
mostrar a los espectadores sus técnicas. La gira fue un éxito para el grupo, ya
que lograron que el Taekwondo se extendiera más allá de Corea. Ese año, el
general fue elevado a presidente de la recién formada Asociación Coreana de
Taekwondo, publicó un primer escrito sobre su arte marcial e hizo del mismo una
enseñanza obligatoria para las fuerzas armadas y policía de Corea del Sur. A través de sus estudiantes,
el Taekwondo fue introducido en la escuela militar más antigua de los Estados Unidos, el fuerte West Point.